La noche de las Velas en Pedraza

Desde que conocí de la existencia de la noche de las velas en el precioso pueblo de Pedraza, digamos que allá por el año 99, siempre lo tuve en mi cabeza año tras año sin éxito para poder visitarlo. Por fin 2014 ha sido el momento elegido para poder disfrutar de este evento que baña las calles de velas, y de gente, porque la afluencia de público este año ha debido alcanzar sus cotas más altas. Es el pueblo de moda gracias al anuncio de la Lotería, el de Raphael, Caballé y compañía. Además, la semana pasada fue escenario de una de las pruebas de Masterchef.

A Pedraza, desde Madrid, si se prefiere como es mi caso, se accede desde la A1 pasando el puerto de Somosierra, tomando la salida 99 hacia Santo Tomé del Puerto/Segovia por la N-110. Es una carretera que esconde pueblos y paisajes preciosos, no olvidemos que desde ella podemos acceder a Sepúlveda y a la Hoces del Río Duratón. 

Os cuento mi experiencia del sábado cuando visité la Noche de las Velas. Llegamos con un tráfico estupendo a eso de las ocho y media de la tarde, habíamos salido de Madrid sobre las siete. Pero a un kilómetro de Pedraza ya vimos que íbamos a estar rodeados de mucha gente. Aparcamos en el primer parking que vimos disponible, el cuarto habilitado por el ayuntamiento, lo cual hizo que tuviésemos que caminar ese kilómetro hacia la población. No importaba, pero fuimos viendo cómo todos los demás aparcamientos estaban completos.

La primera panorámica del pueblo ya nos impactó, se veía la buena conservación del mismo y su trazado sobre una colina se antojaba de cuento. Poco a poco nos fuimos aproximando para ver cómo sobre toda la subida hacia el arco de entrada estaba ya decorada con velas. Antes de cruzar el arco, a mano derecha habían realizado un dibujo con velas donde ponía Pedraza enmarcado en un toro (de Osborne). 

Una vez cruzado el arco, lo que hicimos fue callejear por sus rincones. Para quienes van a escuchar el concierto, la gracia puede estar en cenar en uno de sus restaurantes (previa cita me temo) y después pasar al recinto habilitado para disfrutar de la orquesta que este año ha programado BSO en torno a películas como "La hoguera de las vanidades", "Carmen" o "Memorias de África". 

Era muy curioso ver cómo todas las paredes de las fachadas estaban decoradas a ras de suelo por una sucesión de velas, también los balcones así como los establecimientos (los únicos junto con los restaurantes que disponían de luz eléctrica) y las casas privadas, algunas magníficamente decoradas que hacen del pueblo un lugar con mucho encanto.

La gracia del que lo visita está en pasear por las calles, hacerse las típicas fotos junto a los balcones, tomar algo si da lugar en algún que otro bar y disfrutar de la magia, aunque hay que abstraerse mucho porque la afluencia de personas como digo es brutal. Nosotros, que íbamos con la cámara buscando instantes e intentando plasmar esa magia, nos lo pasamos en grande. Incluso plantamos el trípode en la Plaza Mayor para hacer la caza de "fantasmas" utilizando la larga exposición. 

Se nos hizo relativamente corto al observar que era la una de la mañana y aún seguíamos en Pedraza, momento en el cual decidimos emprender nuestro viaje hacia el coche. Y una vez allí, comprobamos cómo la gente se había quedado bastante desubicada sobre dónde habían dejado sus vehículos, es lo que tiene ir a oscuras y sobre un terreno desconocido. Nosotros lo encontramos sin problema, plantamos de nuevo el trípode y nos quedamos haciendo nocturnas en la medida de lo posible, ya que siempre había alguna linterna por la zona o los faros de un coche a lo lejos. Pero ese es otro cantar. 

Recomiendo la visita al menos una vez en la vida, sabiendo muy bien que somos muchos y nos exponemos a no tener ese momento idílico y mágico que imaginamos al pensar en este evento. Pero el pueblo es muy bonito y las velas le otorgan un encanto especial. 

Sobre ésta y otras fiestas en clave fotográfica, os recomiendo leer el post de Xataka Foto donde menciono los acontecimientos del verano que no os podéis perder.